Colectivo de Docentes del CBC
en
Este mes tenemos elecciones en nuestro gremio
docente. Es un buen momento para repasar lo que como docentes venimos (y no
venimos) haciendo en lo que hace a nuestro trabajo y a nuestros aportes desde
este lugar a una universidad y una sociedad mejor.
Recientemente pusimos a circular
un Boletín (http://colectivodocentescbc.blogspot.com.ar)
en el que discutíamos algunos problemas específicos de nuestra situación como
trabajadores/as docentes del CBC en particular y de la Universidad de Buenos
Aires en general, exponiendo nuestras posiciones e interrogantes en torno a
ellos. Nos proponíamos, con ello, difundir y compartir la caracterización que hacemos, como Colectivo
de Docentes del CBC, de nuestras
condiciones actuales de trabajo.
Entre tales problemas, hemos insistido en las tan habituales
arbitrariedades a las que estamos sometidos/as los docentes del CBC,
dependientes de que no contamos aún con un Convenio Colectivo de Trabajo que
fije normas claras para nuestra actividad específica y establezca así nuestros
derechos laborales; la ausencia de mecanismos de participación en la Dirección del CBC, al
carecer este de un cogobierno elegido en forma tripartita; la falta de un
necesario proceso de regularización de nuestros cargos interinos, la necesidad
de discutir y trabajar colectivamente sobre un reglamento de concursos para
lograr la regularización de los/as docentes auxiliares. Señalamos también
nuestro repudio a la ofensiva del Consejo Superior sobre los derechos de los/as
trabajadores/as docentes de la UBA,
al haber excluido
la posibilidad de aplicar la ley 26.508 para
los/as docentes interinos/as y docentes regulares con concurso vencido,
exclusión que terminó por postergarse. Señalamos también la necesidad de
discutir acerca de la apertura masiva de sedes regionales, la que se realiza
sobre la base de contrataciones a los/as docentes en peores condiciones que las
que rigen en las sedes “propias” del CBC; las
trabas y dilaciones que el CBC impone a los pases de Ayudante de Segunda a
Ayudante de Primera en nuestra unidad académica y la discrecionalidad con la
que estos se dan. Relatábamos el actual conflicto en Semiología, originado a
partir de que la Dirección
del CBC informara acerca de su intención de “reestructurar” la materia,
eliminando el Taller de lectura y escritura; denunciábamos la persecución
gremial en la UBA
evidenciada en los despedidos efectuados en el CC Rojas. En cuanto al aumento
salarial, también manifestábamos que la
enorme mayoría de los/as docentes universitarios/as del país nos oponemos al
acuerdo entre el gobierno y la conducción de los gremios minoritarios.
Este nuevo Boletín tiene
una finalidad diferente: en este material intentamos pensar el sentido de lo
que venimos haciendo como agrupación, como AGD y también de lo que venimos
haciendo en tanto sujeto docente colectivo. Buscamos, de esta manera,
contribuir a reflexionar y a debatir cuestiones de fondo, que en muchos casos
permiten comprender la emergencia más específica de las problemáticas concretas
que expusimos en el material anterior.
Este documento tiene,
entonces, tres partes:
- En torno del CBC: historia y actualidad.
- El Colectivo, lo colectivo y la AGD.
- Impulsos para los dos años que vendrán: algunas
propuestas de trabajo.
1. En torno del CBC: historia y actualidad
Sobre los
propósitos del CBC y algunas herramientas de diagnóstico
El Ciclo Básico Común nace en 1985 a los pocos años del
retorno de la democracia. Las autoridades de la UBA suelen de hecho vincular estos
acontecimientos entre sí. El objetivo que supuestamente se perseguía con la
aparición de un ciclo de materias comunes con contenidos vinculados a conocimientos
generales era la generación de instancias democratizantes del ingreso a la universidad e igualadoras entre los estudiantes provenientes de
diferentes escuelas secundarias y contextos socio-económicos. El Ciclo Básico
Común, se decía, debía consolidarse como un espacio de transición entre la
escuela secundaria y la universidad para los estudiantes, en el cual recibirían
los primeros acercamientos a la reflexión teórica y al estudio en la Universidad de manera
tal de facilitar el ulterior ingreso a las carreras.
La lógica de formar
profesionales para el mercado laboral, que es cada vez más competitivo e
individualista, implica una tendencia a una formación especializada casi
exclusivamente en las áreas de actuación profesional, generando una creciente
alienación. La retórica sobre la cual se erige el CBC es justamente la
contraria a este perfil alienante. Los contenidos de nuestra unidad académica
supuestamente venían a romper con una lógica que invisibiliza las problemáticas
globales.
La propia web del
Ciclo Básico Común enuncia entre otros objetivos la formación
interdisciplinaria y el aprendizaje del trabajo en grupo.
¿Qué Ciclo
Básico tenemos hoy?
Dispersión, condiciones edilicias
que implican precariedad laboral
El Ciclo Básico Común tiene una cantidad
cada vez más numerosa de sedes sumamente dispersas geográficamente con la
intención de acercar el CBC a los/as estudiantes. A varias de ellas las
denomina paradójicamente “sedes lejanas”. En estas últimas verificamos que
los/as docentes en numerosos casos cobran con posterioridad a la fecha que
corresponde, sus viáticos se encuentran prácticamente congelados, o se les
otorga nombramientos cuatrimestrales en lugar de anuales, entre otras cosas.
Los edificios de la
gran mayoría de las sedes del CBC no se construyeron concebidos como
establecimientos universitarios (un ejemplo muy gráfico de esto es que el CBC
ha llegado a tener sedes en espacios que han sido utilizados como morgues). Si
nos detenemos a observarlas, vamos a notar que las mismas no cuentan con
bibliotecas o lugares de trabajo para los estudiantes y docentes. La
disposición espacial de las aulas sigue una lógica de clase magistral que
impide generar estrategias pedagógicas alternativas a ella. Las condiciones de
iluminación, temperatura y elementos básicos como pizarrones y demás resultan en
muchos casos inadecuadas.
Un gobierno anti-democrático
Las autoridades del
Ciclo Básico Común no son elegidas siguiendo los principios de co-gobierno
universitario. Para el Colectivo
de Docentes del CBC, esta cuestión no constituye una mera reivindicación
retórica, sino que consideramos que afecta nuestra labor diaria como docentes
universitarios del Ciclo Básico. Esto constituye la base sobre la cual se
permiten en el CBC las arbitrariedades y el “amiguismo”, y no se promueven las
discusiones sobre capacitación docente, estabilidad laboral, pedagogía,
contenidos mínimos y demás aspectos que nos afectan. Podemos observar un
ejemplo concreto en el hecho de que son las autoridades de Departamento y de la Secretaría Académica
quienes toman las decisiones sobre los contenidos mínimos de cada materia,
dándonos escasa o nula participación a quienes diariamente asumimos las tareas
frente a los cursos.
La lógica de abaratar costos
Como señalamos en
nuestro Boletín anterior, una conjunción de políticas que sigue la Dirección del Ciclo
Básico Común muestra que el criterio que prima actualmente en el CBC es el de
“recortar costos”, sin tener en consideración qué tipo de contenidos y
prácticas pedagógicas se deben construir diariamente en las aulas. Entre estas
políticas encontramos el recorte permanente de la cantidad de cargos por Cátedra;
el reglamento de concursos para cargos interinos que trató de impulsar la Dirección, que intentaba
desplazar a los/as docentes con alta antigüedad; el acoplamiento a la política
de la UBA de
dejar cesantes a los docentes que superen los 65 años (contra la ley que les
permite ejercer labores docentes hasta los 70); el intento por recortar las
designaciones de la materia Semiología sin ningún tipo de fundamento pedagógico
más que un criterio de caja;
y el mantenimiento de una numerosa cantidad de docentes en condiciones de
subrogancia.
La política
académica y pedagógica del Ciclo Básico Común lamentablemente se hace desde las
necesidades que plantea la tesorería y esto impacta sobre el ejercicio diario
de nuestra profesión. Todas estas políticas del CBC se complementan con una
magra paritaria nacional.
El proyecto de estudiadero: la paradoja del CBC
Como venimos
señalando, contrariamente a promover la participación de estudiantes y docentes
en la construcción de conocimiento, el Ciclo Básico Común limita nuestro
accionar con mecanismos de gobierno dedocráticos. En la actualidad aquella función
igualadora que se esperaba para el CBC resulta cada vez más difícil de
mantener. Para muchos estudiantes, el CBC presenta una dinámica que instaura en
los hechos un filtro para el ingreso a las carreras.
Estudiantes que
perciben el CBC como un filtro y se desincentivan, edificios que no están acondicionados
para ser establecimientos universitarios, falta de instancias suficientes para
el desarrollo de una reflexión sobre las prácticas pedagógicas, dificultad para
la capacitación docente y para la discusión sobre contenidos curriculares o
articulación entre las diferentes materias y, sobre todo, un ámbito que
responde a una lógica de que sea “lo menos costoso posible” expresan un
proyecto de CBC que se asemeja, antes que a una instancia pedagógica
fundamental y de formación para los ingresantes, a un verdadero estudiadero.
2. El Colectivo, lo colectivo y la AGD
Breve
historia Colectiva
El surgimiento
de nuestro Colectivo de
Docentes del CBC, hace poco más de tres años, estuvo
signado por convicciones y preocupaciones compartidas por distintos docentes
del CBC, algunos militantes fundadores de AGD. En primer lugar, nos reunió la
convicción de que un Gremio combativo y democrático es necesario para defender
nuestros derechos laborales. También el convencimiento de que defender estos
derechos está estrechamente ligado con nuestra práctica cotidiana en las aulas;
que no seremos verdaderamente capaces de contribuir a pensar críticamente junto
con los/as estudiantes ni intervenir en la construcción de una educación que
considere a los/as estudiantes en su rol, su potencialidad social y su realidad
efectiva, si nosotros/as no nos comprometemos con nuestra propia realidad,
múltiplemente condicionada en tanto que trabajadores/as docentes, educadores y
miembros de la universidad pública. En muchas ocasiones, en las materias que
dictamos discutimos con los estudiantes acerca de la sociedad en la que está
anclada nuestra universidad, acerca de los modos de construir y validar
conocimiento y de los modos de construir políticamente en ella. Hacerlo
comprometidamente implica asimismo un compromiso con nosotros/as mismos/as, con
los y las estudiantes, y con nuestros/as compañeros/as docentes para poder
modificar nuestra realidad.
Como parte de AGD, consideramos fundamental la herramienta gremial,
pero creemos que debemos también transformarla, de modo que propicie la
participación y la inclusión de muchos/as docentes que participan escasamente
en el Gremio, o que se encuentran completamente distanciados de él, situación
fomentada por la conducción mayoritaria (Lista Naranja-PO) de AGD. Nos
preocupaba, entonces, la escasa participación del conjunto de los
docentes en nuestra Gremial, dado que esto no sólo ponía en peligro su
crecimiento sino que ponía también en cuestión la representatividad de las
decisiones tomadas por AGD. Nosotros/as creíamos entonces, y seguimos creyendo,
que debe existir un compromiso activo y que debemos generar instancias
colectivas de reflexión, discusión y decisión.
Hasta ahora, la defensa de nuestros derechos laborales, en el sentido
amplio que le damos desde el Colectivo, se ha visto
reflejada en discutir, entre otras cosas, la escasa investigación en el CBC, la
falta de institucionalización, la lógica de la departamentalización y la
estructura de cátedra, los modos de acceso a nuestros cargos, la regularización
de los cargos interinos, los reglamentos y mecanismos de concursos y de
promoción, etc. En particular, esto último también implica definir el
perfil de docente que los/as propios docentes queremos, con ciertos compromisos
políticos, pedagógicos y educativos, para construir el CBC. Por esa razón,
consideramos que intervenir gremialmente en nuestra realidad como
trabajadores/as es también intervenir políticamente en la realidad específica,
pedagógica e institucional del CBC.
El hecho de haber
compartido estas preocupaciones nos consolidó como grupo y nos condujo a
presentarnos a elecciones en 2010. Hemos trabajado puntualmente en una línea
que pretende abordar en su totalidad y, a la vez, en sus especificidades, cada
una de las problemáticas que nos afectan como trabajadores y trabajadoras
docentes del CBC –muchas de las cuales fueron abordadas en el Boletín anterior.
En estos dos años hemos avanzado significativamente en la discusión con
otros/as docentes sobre muchos de estos problemas. Por tomar sólo un par de
ejemplos, el hecho de que se haya avanzado sensiblemente en el tema específico
de regularización de nuestros cargos y la intervención de los docentes de
Semiología en el conflicto que actualmente atraviesa la materia, son claros
ejemplos de nuestra convicción: sólo con la participación de más docentes puede
avanzarse en la construcción de una Gremial participativa, tendiente a resolver
los problemas de los/las docentes, no con oscuros y ocultos llamados
telefónicos entre la Secretaría General
del Gremio y la Dirección
del CBC, sino comprometiéndonos colectivamente. Pero es cierto que el hecho de
que la gran mayoría de los problemas que tratamos encuentren un fuerte límite
en cuanto a continuar discutiéndose o trabajándose, o límites que se expresan
en el hecho de que la Dirección
del CBC persista en su hábito de desoír nuestros reclamos, también refleja
aquella escasa participación que nos preocupaba hace dos años. Dada esta
situación, nos sigue convocando la pretensión de sumar más docentes a nuestro
trabajo, ya que, como muestran aquellos casos, es nuestra participación lo
único que puede permitir que se difundan y se enfrenten seriamente las
habituales irregularidades y arbitrariedades en nuestra unidad académica.
En este sentido,
nuestro trabajo como Colectivo
de Docentes del CBC continúa
regido por aquellas convicciones y preocupaciones. Sin embargo, también nos
hemos transformado en este tiempo. Por un lado, hemos atravesado dos años de
trabajo en la
Comisión Directiva de la Gremial, lo que no ha resultado fácil: debemos
enfrentarnos permanentemente a un modo de construcción gremial que cuestionamos
y denunciamos desde nuestros inicios. Pero, por otro lado, también hemos
construido junto a muchos/as docentes y hemos conformado un espacio en el que
confluimos agrupaciones de distintas unidades académicas, con las que
compartimos convicciones y concepciones sobre lo gremial. Ahora en Docentes x el Cambio,
continuamos, entonces, con nuestro propósito de transformar AGD, convirtiéndola
en una herramienta combativa democrática y participativa.
Dos años
de trabajo en la
Comisión Directiva
En junio de 2010, un año después de su
formación, el Colectivo de Docentes del CBC comenzó a formar parte de la nueva
Comisión Directiva (CD) de AGD-CBC, la que por primera vez dejó de estar
constituida por una única lista. A partir de ese momento, la nueva CD se
conformó con dos compañeros por la
Unidad por la
Gremial (Lista Naranja-PO), dos por el Colectivo de Docentes
del CBC y uno por Movilización y Protagonismo (PCR). Nuestro buen resultado
en la elección puso de manifiesto que un sector de los docentes se planteaba la
necesidad de cambiar algunas de las prácticas de nuestro gremio, apostando a
otras perspectivas y formas de construcción.
Sin ánimo de hacer
un balance exhaustivo de estos dos años, sí queremos plantear algunos elementos
que surgen de nuestra práctica sindical. En líneas generales, creemos que la
problemática gremial en el CBC puede resumirse en tres aspectos que la
determinan: 1) las particularidades del CBC, su heterogénea problemática en el
marco de la absoluta ausencia de mecanismos de gestión participativos como los
que existen en el resto de la UBA,
2) como también ocurre en otras Unidades Académicas, la participación de los docentes
involucrándose en sus problemas, participando en las instancias deliberativas y
en las que hemos confrontado con la gestión, es aún muy baja y 3) al igual que
en el resto de la UBA,
la lógica gremial del PO conducción de AGD-CBC y de AGD– atenta fuertemente
contra el crecimiento del gremio. Veamos brevemente los tres aspectos.
En primer lugar, a
diferencia de las facultades, el CBC, la unidad más grande por lejos en
cantidad de docentes, se caracteriza por una gran heterogeneidad. Hay
tradiciones académicas muy distintas, que se traducen en un funcionamiento muy
diferente de las cátedras de cada Departamento. Hay 22 sedes, muchas de ellas
inauguradas en los últimos tiempos en el interior de la Provincia de Buenos
Aires, con condiciones de trabajo diferentes de las de quienes trabajan en las
sedes en CABA. Los convenios entre la
UBA y cada municipio en el que se ha instalado sede del CBC
son diferentes, y, en general, mucho de la ampliación geográfica de la UBA se está haciendo a costa
de los docentes que trabajan en esas sedes. El mayor problema del CBC, sin
embargo, es que nunca, desde el ’85, se modificó su carácter transitorio y pese
a muchas Resoluciones del Consejo Superior, el CBC sigue sin tener
participación en su gobierno de los sectores que lo integramos. Un órgano de
cogobierno, como el que hay en todas las facultades, no sería, obviamente, la
solución a todos los problemas pero sin duda frenaría muchos de los atropellos
y arbitrariedades a las que estamos sometidos cotidianamente.
En segundo lugar,
esos atropellos, e incluso el hecho de que el CBC siga siendo manejado por un
Director y sin participación de su comunidad universitaria, podrían terminarse
si la mayoría de los docentes asumimos que nuestra situación académica y
laboral sólo se modifica con nuestro compromiso y participación. El poder de
negociación del gremio está inmediatamente relacionado con la voluntad docente
de participar e involucrarse en los problemas.
Pero, en tercer
lugar, la construcción gremial supeditada a la lógica de un partido, el PO en
este caso, ha atentado claramente contra la mayor participación. Entre los
docentes que asumirían cierto compromiso, es desmoralizador encontrarse con
materiales impresos del gremio que reproducen el catastrofismo, la exageración,
el lenguaje y hasta la estética de los materiales del partido que conforma la
mayoría en las instancias representativas de AGD.
Frente a esta
compleja situación, nuestra intervención en la CD estuvo siempre orientada a abrir el gremio a
los docentes. De hecho, hasta nuestra llegada a la CD, esta no se reunía y las
cuestiones gremiales se trataban sin que los docentes tuvieran la posibilidad
de participar. Desde nuestra llegada, la
CD se reúne periódicamente, el día y hora de su reunión son
publicados en el blog, así como las actas de lo discutido y resuelto en cada
reunión. Del mismo modo, impulsamos cuanta reunión pudimos para tratar el
problema de los interinatos o el de las sedes regionales, por nombrar algunos
conflictos.
La problemática del
CBC es sumamente compleja, como señalamos, pero en ese marco instalamos la
irregularidad de su gestión unipersonal y su disonancia con el espíritu de
cogobierno de la UBA,
e incluso encaramos una pequeña investigación que nos permitió ubicar
diferentes resoluciones y definiciones del propio Consejo Superior al respecto.
Con esto, quisimos dar a la CD
y a los docentes que participan de la vida del gremio más herramientas para
pelear por este problema estructural del CBC, base de muchas de sus
irregularidades.
También logramos en
estos dos años instalar el problema de los interinos, es decir, que salvo unos
pocos casos puntuales –un puñado de docentes–, ningún auxiliar del CBC es
regular porque nunca se han hecho concursos. Esto genera inestabilidad en
nuestros trabajos, así como una total arbitrariedad en cuanto a nuestras
renovaciones –que deben ser aprobadas anualmente– y al propio ingreso a la
docencia, sujeto a decisiones arbitrarias por parte tanto de titulares como de
las autoridades. Propusimos hacer un reglamento para regularizar nuestros
cargos, a partir de experiencias en otras facultades con gran número de
interinos, y esto fue tomado por la
CD y por muchos compañeros que participaron de muchas
reuniones de trabajo, conformándose una Comisión de Regularización. Esto
redundó, ulteriormente, en que la
Dirección del CBC nos convocó para elaborar un proyecto de
reglamento, evidenciándose nuestras diferencias con el proyecto de la gestión.
El problema no es sencillo, pero creemos que fue de suma importancia el haber
instalado esta temática, así como nuestra lucha permanente por la
regularización de nuestros cargos y, simultáneamente, por mecanismos
transparentes de ingreso a la docencia.
Otro aspecto que
impulsamos es el pedido al CBC de la nómina de docentes en actividad. Al manejo
discrecional por parte de las autoridades, a las grandes diferencias entre
cátedras, subyace un escandaloso y muy resguardado secreto: cuántas
designaciones y cuántas comisiones tiene cada cátedra. Hemos impulsado
múltiples mecanismos para tener esa información, involucrando también en esto a
la conducción de AGD.
En fin, los
problemas han sido múltiples, y sólo pretendemos aquí señalar algunos en los
que como Colectivo hemos tenido un lugar disparador. Pero los avances que hemos
hecho en estos dos años fueron solamente en los casos en los que hubo cierta
participación docente. Nuestro aporte –al margen de, lo básico, el
funcionamiento regular y público de la
CD–: instalar problemas, investigar antecedentes, estudiar
situaciones en otras unidades académicas y buscar llevar todo al conjunto de
los docentes para incorporarlos al trabajo y a la lucha por nuestros derechos.
Es que estos aportes sólo pueden obtener resultados en la medida en que la
gestión, y el propio Rectorado, perciban que hay una base docente movilizada,
dispuesta a participar por mejorar no sólo nuestras condiciones laborales sino
el propio CBC.
A su vez, sólo la
participación puede contrarrestar los problemas que conlleva una conducción del
gremio que supedita los problemas del mismo a la construcción de su partido.
Esta concepción se diluye necesariamente cuando se involucra mayor cantidad de
docentes. A esta conducción parecen molestarle los docentes que no suscriben a los
análisis y a los dirigentes del PO. Y esto sólo se revierte con participación.
En AGD-Psicología, por ejemplo, donde sólo está la lista del PO, se llegó a
llamar a votar a la lista para el Consejo en la que participaba este partido.
U, otro ejemplo, en la CD
de AGD-CBC, al integrarnos nosotros, hubo que votar, con la oposición de
quienes conducen el gremio, que el mailing de AGD-CBC no era propiedad de su
lista sino que de todos quienes conformamos la CD. Pretendían
manejar ellos solos el mailing, mandar sólo la información que ellos decidieran
enviar. O, también con sus votos en contra, la CD de AGD-CBC tuvo que votar que, tal como señala
el Estatuto de AGD, los recursos financieros que le corresponden a AGD-CBC los
manejara AGD-CBC y no, como se hizo siempre, la conducción del gremio.
En el mismo sentido,
también nos tuvimos que enfrentar con una costumbre de que los problemas
gremiales se negocian con un llamado telefónico entre la Dirección del CBC y el
Secretario General de AGD-CBC. Propusimos reuniones periódicas de toda la CD con Ferronato, en las que
participaran también los compañeros involucrados en cada caso (fueran de una
sede, de una cátedra, o cualquier otro asunto que estuviera en discusión). De
estas reuniones se informa en el blog e incluso, en un caso, convertimos una
reunión con Ferronato en una movilización con decenas de docentes para
presionar a la Dirección
por la regularización.
En síntesis, nuestro
aporte ha sido modesto en un marco muy complejo, pero hemos trabajado para
abrir el gremio a la mayor participación, apostando a que los docentes mismos
se comprometan con las transformaciones de sus condiciones académico-laborales.
La
AGD-CBC y la
participación del sujeto docente
Para nosotros es claro que el carácter
fuertemente individual que tiene nuestro rol docente tal como está planteado hoy
en el CBC (en la mayoría de los casos, aunque hay cátedras en las cuales hay
cierta dinámica grupal laboral) tiene su contracara en una importante
distancia, por no llamar ajenidad, del gremio como algo separado del conjunto
docente. Esto por cierto es mucho más definido en el caso de ADUBA y FEDUN –que
ni siquiera se proponen modificar esta situación– que en nuestro caso como AGD.
Sin embargo, mal
haríamos en naturalizar esta situación, en resignarnos a un escepticismo que
sea apenas un pequeño calmante de conciencia. Por el contrario, queremos dejar
en claro que tras las últimas elecciones –hace dos años– la situación del
gremio ha vivido una activación refrescante, aún dentro de la pequeña escala en
que todavía nos encontramos. Esta activación no ha logrado un cambio en la
estructura del CBC ni en nuestra vida cotidiana como docentes del mismo. Pero
sí podemos decir que la
Gremial ha estado presente y ha influido claramente en las
cuestiones relevantes que emergieron durante estos dos años.
Cuando hace dos años
Ferronato habló de llamar a concursos de JTP bajo la arbitraria situación en
que se maneja el CBC, desde AGD pusimos sobre el tapete la necesidad de regularizar
nuestra situación laboral y la necesidad de institucionalizar democráticamente
el CBC. Y no hubo una simple denuncia, sino un trabajo permanente, en relación
con debates planteados junto a gran cantidad de docentes en cada sede, que
permitió no sólo legitimar este elemental reclamo, sino sobre todo hacernos
emerger en alguna medida como sujeto docente con voz propia.
Si bien esta
situación sigue pendiente de resolución, ese mismo debate permitió luego
plantear con fuerza una serie de reclamos específicos (algunos de ellos
señalados en nuestro Boletín anterior) en el marco de una problemática común a
resolver y, sobre todo, con una Comisión Directiva de la AGD-CBC renovada por
nuestra participación activa en esos temas. Es así que dado el dinamismo que
genera la participación de diversas perspectivas en la AGD, en la serie de temas
docentes planteados en estos dos años hubo una capacidad gremial de influencia
mucho mayor que en los períodos anteriores.
Retomando nuestra reflexión inicial, venimos dando avances en el marco de una
estructura que sigue siendo fragmentadora de nuestro trabajo y que no tiene los
más mínimos rasgos de una democracia representativa elemental. Pero son avances
significativos en tanto, aún en pequeña escala, nos colocan en una posición
activa ante aquello que nos acontece, ante el proyecto de lograr una mejor universidad,
una mejor sociedad y, en ese recorrido, también hacernos mejores a nosotros
mismos.
Aspiramos a
continuar dando pasos colectivos en este movimiento que ya está andando. El
resultado de las elecciones es parte de este movimiento y puede ayudar a
desarrollarlo, facilitando una composición de la Comisión Directiva
del gremio que apunte en este sentido, o puede trabarlo, de darse el
hegemonismo que la AGD
tuvo en períodos anteriores.
3. Impulsos para los
dos años que vendrán: algunas propuestas de trabajo
REGLAMENTO PARA CONCURSOS INTERNOS
(O CÓMO DEJAR EL "DEDO" DE LADO)
Lo sabemos: uno de los problemas que tiene
nuestro trabajo en el CBC es que carecemos de estabilidad académico-laboral –como
ya dijimos en varios documentos anteriores– al no poder concursar y regularizar
nuestros cargos. Por eso, en los dos años anteriores hemos encarado desde el Colectivo de Docentes del CBC el
problema de la regularización de los cargos a través de la elaboración
colectiva de un Reglamento que especifique concursos de regularización e ingreso,
así como mecanismos de promoción y permanencia para los/as docentes auxiliares.
Pero mientras este
reglamento se aprueba y aun luego de aprobado –porque los tiempos de los
concursos regulares son excesivamente largos como para cubrir las vacantes que
se abren permanentemente–, persiste otro problema que hace a cómo se ingresa a
trabajar como docente interino/a en el CBC. También esto sabemos bien porque ha
sido la misma experiencia para casi todos/as nosotros/as: en muchos casos ingresamos
interinamente por medio de la “dedocracia del amiguismo”. También sabemos que
esta es otra de las prácticas que habría que eliminar del ámbito universitario
y que se contrapone con un mínimo principio de transparencia, equidad y
justicia.
Por este motivo,
desde el Colectivo de Docentes
del CBC nos proponemos
impulsar en el próximo período de trabajo en la CD de AGD-CBC la elaboración de un Reglamento
común a todas las Materias para realizar concursos interinos para el ingreso al
trabajo docente en el CBC y terminar de esta manera con las indefendibles
designaciones a dedo.
INVESTIGAR EN EL CBC
Hasta ahora hemos abordado el problema de
la investigación en el CBC apenas marginalmente. No se ha trabajado como
problema en sí mismo, pero sí ha surgido en el marco de las discusiones
referentes a antecedentes exigidos y a ser evaluados en los posibles
reglamentos para concursos.
La exigencia de que
los/as docentes investiguen en el CBC entra en conflicto con el hecho de que no
se fomentan los espacios institucionales necesarios para que esto se
efectivice: el CBC ya ni tiene una secretaría de investigación. Esto colabora
drásticamente con que, pese a lo explícitamente estipulado en el Estatuto,
muchos docentes del CBC no realicen investigación. A los docentes con
dedicaciones exclusivas y semi-exclusivas, a falta de investigación, se los
obliga a multiplicar las horas frente a curso.
Este problema se
enmarca en una problemática más compleja. Debemos discutir acerca del actual
modelo de investigación científica y académica, acerca de los criterios de
producción de conocimiento imperantes que, fomentando la competencia, nos
alejan del trabajo colectivo, acerca del modelo de carrera académica a la que
se nos obliga a ajustar nuestro trabajo, pero haciendo cada vez más difícil y
exclusivo el acceso a la investigación.
Debemos poner en
cuestión todos los mecanismos actuales en relación con la investigación,
especialmente en y desde el CBC, una unidad académica que queda rezagada
respecto de otras unidades académicas. Por otra parte, es necesaria una
discusión acerca del tipo de proyectos de investigación que debieran estar
radicados en el CBC. A diferencia de lo que ocurre en las facultades, creemos
que las investigaciones del CBC debieran partir de la articulación entre las
distintas disciplinas académicas y problemáticas propias de esta instancia
pedagógica que consideramos fundamental.
VEEDURÍAS GREMIALES EN LOS
CONCURSOS
Si bien hemos establecido que desde el Colectivo de Docentes del CBC apuntamos
a una mayor institucionalidad en pos de una reglamentación clara y transparente
sobre el ingreso, promoción y permanencia, que simultáneamente garantice la
estabilidad laboral, sobre el asunto concursos pensamos en trabajar en una
propuesta para incorporar la figura del veedor gremial. Actualmente los
concursos permiten un veedor por claustro, que deben ser propuestos por los
aspirantes y sus designaciones en el caso del CBC deben ser aprobadas por el
Consejo Superior de la UBA,
pero no existe la figura del veedor gremial. Creemos que la incorporación de la
misma elimina la posibilidad de ensañamiento de los jurados hacia aspirantes
que hayan propuesto veedores y otorga transparencia.
CONVENIO COLECTIVO DE TRABAJO, LA DISCUSIÓN PENDIENTE
Desde el año pasado, los diferente
sindicatos docentes se encuentran negociando con el CIN un convenio Colectivo
de Trabajo para los trabajadores docentes universitarios/as y
pre-universitarios/as. Desde el Colectivo de Docentes del CBC venimos
promoviendo sistemáticamente que la totalidad de docentes puedan participar de
esta discusión, ya que un Convenio Colectivo de Trabajo constituiría una
conquista histórica a partir de la cual podemos trabajar con más fuerza en
todas las problemáticas que venimos discutiendo que determinan nuestra
condición precaria. Nuestra propuesta desde el Colectivo es realizar discusiones abiertas sobre cada capítulo del
Convenio Colectivo de Trabajo antes de que los mismos se cierren. De esta
manera se recaban las perspectivas de los/as docentes en lugar de que el
Secretario General del Gremio lleve las perspectivas que a él o ella le parecen,
como sucede en la actualidad.
11
al 15 de junio, elecciones en AGD
Algunos de
nosotros militamos en AGD desde sus inicios. Hace poco más de tres años que
venimos funcionando como Colectivo y
hace dos que somos parte activa de la Comisión Directiva
de AGD-CBC. A lo largo de estos años comprendimos que muchos de los cambios que
impulsamos para el CBC en el marco de AGD sólo pueden cobrar un verdadero
impulso si en la propia Gremial empieza a darse un proceso de apertura real, de
democratización y de participación docente efectiva. Ello implica que AGD se
constituya verdaderamente como un espacio en el cual poder dar discusiones
políticas, gremiales, académicas y laborales que hasta el momento muchas veces
quedan soslayadas porque no responden a los planteos de la actual conducción.
Esa es la
propuesta que motiva, como ya mencionamos, nuestra participación en Docentes x el Cambio, espacio desde el
cual conformamos, junto a agrupamientos de diversas unidades académicas, una
alternativa también para MESA EJECUTIVA (http://www.docentesxelcambio.blogspot.com.ar/).
Mesa Ejecutiva en AGD UBA
Lista
“ DOCENTES POR EL CAMBIO”
|
|
Secretaría General
|
Adrián Piva
|
Secretaría General Adjunta
|
Jorgelina Matusevicius
|
Secretaría Gremial
|
Silvina Boggi
|
Secretaría de Hacienda y Adm.
|
Tamara Perelmuter
|
Secretaría de Prensa
|
Martín Kalos
|
Secretaría de DD.HH y Acción Social
|
Eduardo Glavich
|
Secretaría de As. Acad., Inv. y Actas
|
Ignacio Vissani
|
Primera vocalía suplente
|
Eduardo Weisz
|
Segunda vocalía suplente
|
Octavio Colombo
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Comisión Revisora de
Cuentas
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1º Titular
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Ana Acosta
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2º Titular
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Eduardo Zito
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3º Titular
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Patrico Klimezuk
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Suplente
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Carlos Gustavo López Pombo
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Comisión Directiva Ciclo Básico Común
Colectivo
de Docentes del CBC - “DOCENTES POR EL CAMBIO”
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Secretaría General
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Ariel Martín Slipak
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Secretaría Gremial
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Mariana Córdoba
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Secretaría de Prensa
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Leandro Rodríguez Lupo
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Secretaría de Hacienda y Adm.
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Eduardo Weisz
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Vocalía Titular
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Magalí Nora Bassarsky
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Vocalía Suplente
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Eduardo Emilio Glavich
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Apoderada titular
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Mara Glozman
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¿Quiénes pueden votar?
Para la Comisión Directiva de AGD-CBC:
TODOS/AS los/las docentes con nombramiento hasta la fecha
de inicio de los comicios, estén o no afiliados/as al gremio.
Para la Mesa Ejecutiva de AGD-UBA:
sólo afiliados/as al gremio
¿Con qué documentos?
Con documento de identidad, cédula o pasaporte.